Problemas del cloro en piscinas
La irritación producto del cloro de la piscina es más frecuente de lo que creemos, sobre todo quienes nadan bajo el agua. Aquí se entregan algunas recomendaciones útiles para que no suframos problemas este verano.
¿Cómo afecta el agua de la piscina a nuestros ojos?
El agua de las piscinas debe estar clorada para evitar justamente infecciones y además debe mantenerse a un pH de entre 7,2 y 7,6. Cuando estas condiciones no se dan en forma adecuada es cuando se pueden afectar nuestros ojos.En primer lugar el exceso de cloro, o un pH fuera de los rangos de regulación, va a producir una irritación de la conjuntiva, es decir una conjuntivitis de carácter químico. Esta afección se puede dar en distintos grados y generalmente pasa espontáneamente.
Podemos encontrarnos con un ojo rojo, congestivo, ardor y lagrimeo. Incluso se puede dar que haya secreción. En los casos más graves de no resolución espontánea (minutos a una o dos horas) se hace conveniente consultar al oftalmólogo. Por otra parte si el agua de la piscina tiene un nivel bajo de cloro, este no estará cumpliendo su papel de desinfectante.
En este y en todos los casos de baño recreativo con aguas contaminadas, nos podemos encontrar con una conjuntivitis de carácter infeccioso en este caso. Esta puede ser Bacteriana o viral. Con ojo rojo sensación de cuerpo extraño secreción más abundante y se prolonga en el tiempo, por lo que se hace imperioso la consulta al facultativo.
¿Es necesario utilizas anteojos para el agua?
Más que necesario, es muy útil ya que previene en mayor grado todo lo que expusimos anteriormente. Se va a producir menos irritación y las posibilidades de infección disminuyen notablemente. Donde sí es absolutamente necesario es en el caso de las personas que se bañan con sus lentes de contacto puestos.En este caso las infecciones pueden ser mucho más dañinas e incluso dejar secuelas. Hay un germen en particular que se desarrolla en aguas contaminadas, que es particularmente nociva produciendo incluso ulceras corneales difíciles de diagnosticar y tratar.
¿Deben ducharse las personas luego de salir de la piscina?
Esta simple medida es muy útil en la prevención de enfermedades a los ojos y su correcto cuidado. El agua potable de una ducha inmediatamente después de salir de la piscina ayudara a quitarse todo el exceso de cloro que pudiese haber quedado en nuestros ojos, así como también producir un barrido de los posibles contaminantes del agua de la piscina.Por ultimo también aparece como una medida aconsejable, en el ámbito de la prevención de infecciones el no compartir la toalla. Estas últimas pueden ser un agente por el medio del cual se transmiten gérmenes de una persona a otra.
Algunas recomendaciones para evitar infecciones
* No tocar los ojos con las manos.
* Evitar el maquillaje.
* Utilizar – idealmente – gafas de protección solar.
* Evite bañarse en lugares públicos, si sufre conjuntivitis.
* No compartir la toalla del cuerpo con los ojos.
* Evitar el contacto de los ojos con el agua.